Andreu Buenafuente y Berto Romero hablan de los aplausos y risas del público presente y de los que están muertos, de dentistas y cirujanos y sus elixires para sedarnos, salen los curas a relucir nuevamente, lo ‘emocionadia’ que está la hija de Berto… y lo más importante: las repercusiones en las redes de la mentira que hemos vivido tanto tiempo creyendo que Berto Romero era un experto en frutos secos