Un ‘Nadie Sabe Nada’ tranquilo como pocos se han hecho. Andreu Buenafuente desgrana su admiración por Carlos Peisojovich, fallecido recientemente, mientras Berto Romero se ha vuelto un McGiver en su piso de Madrid.
Un ‘Nadie Sabe Nada’ tranquilo como pocos se han hecho. Andreu Buenafuente desgrana su admiración por Carlos Peisojovich, fallecido recientemente, mientras Berto Romero se ha vuelto un McGiver en su piso de Madrid.